sábado, julio 15, 2006

REPETIDOS CASOS DE
DISCRIMINACIÓN RACIAL
EN CARTAGENA

Puedo recordar con extrema claridad cuando en 1998 mi amigo, Kwame Dixon, PhD. en Ciencias Políticas llamó para contarme que haría un taller de verano con varios estudiantes de la Universidad de Wooster en convenio con la Universidad de Cartagena.
Vinieron cinco estudiantes, cuatro norteamericanas y una suiza de las cuales dos eran afro-americanas. El seminario de verano incluía charlas y conversatorios, después de uno de estos eventos, donde participé como invitado, acordamos salir en la noche a los bares de la ciudad. Cuando llegamos al bar Tu Candela, el portero impidió la entrada del grupo aduciendo que en el sitio no dejaban entrar negros, yo pregunté que si yo no podía entrar, el portero dijo que sí porque era de piel más clara, pero que (señalando con un dedo) ella (Shanda Dawson) no, porque era muy oscura.
No podíamos creer lo que pasaba y en medio de mucha vergüenza y tristeza abandonamos el sitio pacíficamente. Sin embargo propuse que deberíamos denunciar el hecho ante la Personería Distrital y los medios de comunicación. En la Personería, aunque quedó constancia de la denuncia, dijeron que eso no era fácil de comprobar a pesar de haber más de 8 personas que presenciaron, en calidad de testigos, los hechos; pero los medios de comunicación apoyaron la denuncia, quedando registrada en los noticieros más importantes del país.
A partir de esta acción, se comenzaron a conocer muchos atropellos de esta índole en toda la ciudad y otras ciudades. La periodista Piedad Llerena en una ocasión intentó ir a un bar de la “Zona Rosa” de Cartagena y le impidieron la entrada aduciendo que ella no tenía el carné de VIP, sin embargo se pudo percatar de que otras personas entraban al establecimiento, sin que previamente le exigieran dicho documento, también notó que ninguno era negro; en consecuencia la periodista hizo un especial investigativo, visitó previamente varios bares y notó que el factor racial es determinante para el acceso a ciertos lugares, la crónica fue titulada “Los negros en Cartagena no son VIP”. Piedad me contactó como entrevistado y a su vez la remití a Heriberto Cogollo, prominente pintor cartagenero quien en repetidas veces había sido discriminado por negro y después de un tiempo en Cartagena, decidió retornar a Francia donde había vivido los últimos 30 años.

Muchos rumores y casos de discriminación racial se escuchaban, no sólo en bares, también en restaurantes, hoteles y empresas ubicadas en cartagena. No fue sino hasta el 2004 cuando las hermanas Johana y Lena Acosta interpusieron una acción de tutela que les fue fallada a favor en segunda instancia por haber sido discriminadas en los bares La Carbonera y QK-Yito, estos dos miembros de la RedAfro lograron ganar la primera tutela por un caso de discriminación racial en Colombia, nuevamente hicimos la denuncia por los medios de comunicación y todo el país confirmaba una vez más que el demonio del racismo estaba vivo entre los colombianos. Las hermanas Acosta con el apoyo de la RedAfro pidieron revisión de la tutela ante la Corte Constitucional dando como resultado la primera sentencia de la Corte ratificando la violación del derecho a la igualdad, condenando en abstracto a los discriminadores, obligándolos a tomar un curso de derechos humanos e invitando al congreso a diseñar una ley que permita sancionar penal y civilmente a las personas que discriminen, especialmente por motivo de raza.
A pesar de lo anterior, los casos de discriminación se siguen dando quedando en la impunidad ya que no hay leyes que impongan un castigo severo por dicha práctica.